Desde la salida al mercado discográfico de MI LIBERTAD se abre un nuevo ciclo en la carrera profesional de PEDRO CINTAS. Pacense de La Albuera, vino al mundo en el seno de una familia de humildes trabajadores del campo y la construcción en 1976.

 

En casa, su abuelo Frasco el de la Serrana hacía los cantes del Niño de Marchena; y su padre también lo intentó en varios concursos y como aficionado. Que Pedro saliera cantaor era cuestión de tiempo…

Como otros muchos principiantes, PEDRO encontró en los concursos la posibilidad de despuntar hasta que conquista en septiembre de 2010 el Premio Nacional Antonio Mairena, que hace soñar a los más exigentes con un cantaor como los de antes. La repercusión del evento mairenero -uno de los nacionales más importantes- fue el detonante para que otras organizaciones fijaran su atención en él. Así Lucena le adjudicó su Premio Nacional de Fandangos al día siguiente, Sanlúcar le dio el Primer Premio de la XXXI edición de las Noches de Bajo Guía y en Badajoz los Premios Nacionales de Jaleos Extremeños y Cantes Generales “Porrina de Badajoz”.

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Hablamos del colofón a un periodo que comienza una década antes; tiempo en el que se hace con la “Silla de Oro” de La Fortuna (Leganés, 2002), el premio nacional por ferreñas de Lo Ferro (Murcia, 2003), el Primer Premio en Arcos de la Frontera (Cádiz, 2004) o la “Uva de Oro” de Jumilla (Murcia, 2005) entre una treintena más de galardones de menor importancia.

Aunque había participado en varios proyectos discográficos menores, a mediados de 2012 realiza su primer disco. Así, a principios de 2013 salió al mercado PAPELES ÍNTIMOS; con el que rendía tributo a Antonio Mairena a partir de un legajo de letras inéditas aportado por la familia del genio de Los Alcores. Nominado a varios premios del sector y reconocido por la afición más exigente, PAPELES ÍNTIMOS es la base preparatoria de MI LIBERTÁ, un trabajo en el que PEDRO CINTAS ha volcado todo lo vivido en estos tres últimos años; tanto en el terreno profesional como sentimental.

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Partiendo de la maravillosa pluma de Manuel Velázquez García-Baquero -que ya nos deleitó con el repertorio de MORISCA (La Droguería Music, 2014) de La Yiya-, el cantaor se apoya en las guitarras de Niño Seve (Premio Nacional de Córdoba, 2013), Juan Manuel Moreno y Antonio García, y aborda una renovación controlada de su propuesta artística.

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En 2016 le otorgan el Madroño Flamenco a su carrera en Montellano, una reseña más para seguir creciendo y compartiendo su flamenco.